miércoles, 18 de agosto de 2010

cambia de tema, redúcete, desaparece. No llores, se fuerte, aguanta. Deja eso, no lo hagas, sé valiente. Por favor... Mira para otro lado, ignora, desvíate, pon la música, no dejes que te domine, aplástalo. Puedes, tú puedes, confía en ti. No nos puede hacer esto. respida, ¿vale?. no temas.

7 comentarios:

sobredosificada dijo...

Fear, always fear.

chanel dijo...

you can do it. so.. do you want do it?
thats the quetion.

·Êl düêndê (¡n)fêl¡z· dijo...

Fuerza... a veces no sé ni siquiera de dónde la sacamos

Un beso, grande, grande, grande...

clementina dijo...

vamos tu puedes!!! eres fuerte, confio en ti señorita defectuosa, vale? y te convido mil millones de holas para que ya no estes triste ni te sientas sola. cuidate mucho.

Bar_Republic dijo...

Muy buuuen texto, desde luego escribes bien :)

josecb dijo...

Bibliotecas, libros revueltos, ser aire, pasar desapercibido, depresión, límite, eterno desasosiego, mil preguntas.

¿Por qué me es todo tan familiar? ¿Por qué entiendo vuestro dolor, si nos diferencia todo: edad, género, mentalidad…, un sinfín de cosas que deberían bastar para que yo ni me acercara a vuestros blogs.

Y tal parece que me tenéis que enseñar algo que no sé lo que es, algo que siempre he percibido, vuestros diarios, vuestros proyectos (serán como los míos, supongo: un millón cada día), pero al menos os abrís entre vosotras, os comprendéis, a vuestra manera intentáis ayudaros.

Superáis un drama terrible acercando vuestras manos pero ¿qué se supone que ha de hacer un hombre adulto y bipolar cuando se le derrumba el mundo bajos sus pies? ¿Recurrir a sus semejantes, dejar al aire sus miserias?

Cuando un hombre hace eso despierta las ansias de saber de los buitres de siempre que normalmente están armados con sus buenas libretas para apuntar todas tus debilidades y luego usarlas en tu contra cuando menos te lo esperes.

No entro en vuestros contenidos, miro de soslayo, me duele, claro, deberíais buscar apoyo en algún experto en nutrición, pero no es algo que dependa de mí, depende de los que os rodean y por supuesto de vosotras mismas.

Yo solo me dirigía a vosotras (encarnando en ti) y a ese hermoso grupo que formáis, no me extraña que os denominéis princesas todas las chicas de vuestra edad lo sois y todas vosotras más aun por vuestro dolor.

Vainilla dijo...

Aguanta el golpe y sigue.

Qué más se puede decir.