martes, 3 de agosto de 2010

S.H.


No podía parar de llorar, era superior a mi, verlo ahí, a unos metros sin que me viera, viendo como miraba el móvil y lo silenciaba para tirarlo en la mochila. Y no podía más, y no puedo más. Y las consecuencias ya han llegado. Bienvenidas.

1 comentario:

chanel dijo...

consecuencias.. tarde o temprano.. llegan.